miércoles, 17 de abril de 2013

Chontales en su sentido étnico


Dr. Alexander Geurds
Dra. Laura Van Broekhoven
Universidad de Leiden, Países Bajos
Museo Nacional de Etnología, Países Bajos

Desde los tiempos del famoso antro­pólogo Franz Boas y todavía antes, los arqueólogos han debatido sobre la identidad social en el pasado mediante el registro arqueológico. En parte, a tra­vés del concepto de etnicidad, la arqueo­logía ha subrayado la identidad como una construcción social, y en los discursos ac­tuales sobre la teoría de la arqueología, se opone de manera crítica a la idea de que serían calidades esenciales, innatas, que definen a las personas. Aunque este enfoque histórico-cultural fue rechaza­do, primero por la Nueva Arqueología y posteriormente a través de la creciente influencia de la teoría social (véase Ort­ner 2006), una abrumadora mayoría de relatos arqueológicos implícitamente si­gue permeado por nociones esencialistas de la identidad. En este breve artículo se ilustra este problema teórico, utilizando un estudio de caso de la región central de Nicaragua. Por medio del concepto de ‘Chontales’, demostraremos que el lengua­je común de la arqueología está todavía atorado en el enfoque histórico-cultural.
La ocupación prehispánica de Nicaragua ha sido caracterizada por medio de la descripción y clasificación de los restos arqueológicos, dentro de un marco espa­cial y temporal, formando unidades que se suelen denominar como culturas. El mapa arqueológico pinta un territorio nacional dividido en diferentes regiones, durante múltiples períodos. A partir de la histori­camente referida llegada de hablantes de las familias de lenguas Oto-Mangue y Uto-Aztecan (Fowler 1989), aparecen los gru­pos culturales en el discurso arqueológico: ‘Chorotega’, ‘Nicarao’, ‘Chontal/Chondal’ entre otros. Sin duda, el denominativo ‘Ca­ribes’ es el más utilizado de todos, sirviendo para ser aplicado a cualquier grupo indíge­na considerado incontenible por los espa­ñoles (Newson 1987). Aparte de los datos históricos, la clasificación se basa primera­mente en la identificación de estilos, y de vez en cuando en símbolos identificados por ejemplo en la cerámica. El siguiente paso comúnmente ha sido de considerar a dichas culturas como los productos de ciertas entidades sociales. Aquí se habla del aspecto principal de la arqueología his­tórico-cultural, el paradigma principal de la arqueología del siglo XX. Tomando el caso de los llamados Chontales, veremos que es una perspectiva problemática 

Los Chontales: Percepción popular y científico
Una concepción subyacente de esencialis­mo, influencia profundamente algunos de los discursos arqueológicos sobre la épo­ca prehispánica en el actual territorio nica­ragüense. El primer ejemplo es la temática de la identificación de la llegada de culturas ajenas. En años recientes, investigaciones detalladas y a largo plazo, han mostrado convincentemente que la conexión entre cultura material y etnicidades, presumidas en base de referencias en fuentes etnohis­tóricas, es por lo menos muy complicada (McCafferty 2011; McCafferty et al. 2009).
La región Centro Norte de Nicaragua, abarca la mayor parte de los departamen­tos de Chontales y Boaco, y se extiende hacia el norte para incluir el departamen­to de Matagalpa (siguiendo a Kühl 2010). Actualmente, las ideas sobre la historia indígena de esta extensa región incluyen conceptos étnicos como ‘Los Matagalpas’ y ‘Los Chontales’. El primer ha sido trata­do críticamente en detalle anteriormente (Kühl 2000), así que aquí nos enfocamos en el concepto étnico de Chontales. ¿Qué es lo que nos dicen las narrativas histó­ricas locales y cómo están relacionadas con los escritos arqueológicos?
Actualmente, en la cultura popular existe un entendimiento implícito de que la iden­tidad cultural de la región chontaleña, se considera que tiene sus raíces en los ha­bitantes prehispánicos de esta región Cen­tral, conocido en diferentes documentos coloniales como ‘Chontales’. Se retrata a los Chontales prehispánicos como un pue­blo indígena, que se resistió exitosamente contra competidores indígenas, y más tar­de, también a los colonizadores españoles (Lazo Barberena 1994). Este proyecto de redefinir el carácter de la etnicidad chonta­leña se motiva en una percepción históri­co-cultural distorsionada. Dice el influyen­te historiador local Lazo Barberena: “Ésta [la historia] siempre la relacionaron con el barbarismo, salvajismo e incivilización de los Chontales” (1994: 148). En este análi­sis histórico, se reconoce a los Chontales como ocupando una posición baja en la jerarquía de la evolución social. A esta pre­sentación como ‘montañeses’, historiado­res locales se oponen claramente, en parte por escritos, en parte por proyectos de pro­moción de la cultura local (Fig.1). Una ca­racterización mencionada por primera vez en fuentes coloniales como la del historia­dor Franciso López de Gómara (Guerrero y Soriano 1969; Van Broekhoven 2002), ‘montañeses’ se basa en observaciones de indígenas náhuatl hablantes, que acompa­ñaban a los conquistadores. Se refiere a la perspectiva náhuatl de referir a aquellos a quienes encuentran en la región central como Chontalli, un sustantivo de la lengua náhuatl con el significado de “extranjeros”. Así que la palabra Chontales es una co­rrupción de Chontalli. Aun así, hoy en día la identidad cultural Chontales todavía sigue siendo un concepto poco cuestionado.
En trabajos científicos, la problemática de la palabra Chontales ya fue reconocida durante el siglo XIX, el período inicial de la etnología. El etnólogo Daniel Brinton ya subrayó que Chontalli, únicamente puede ser indicativo de alguien no-reconocido por náhuatl hablantes (Brinton 1895). Dé­cadas después, Samuel Lothrop, pionero de la arqueología en Nicaragua, estaba de acuerdo diciendo que Chontal sin duda se refería a diversos pueblos indígenas, cubriendo los actuales departamentos de Chontales, Boaco, Matagalpa y Estelí entre otros (Lothrop 1926). Parece que se trata aquí de un clásico ejemplo de la construcción del Otro. Las últimas déca­das han visto resultados de investigacio­nes arqueológicas e históricas que pare­cen poder justificar una reevaluación del pasado prehispánico de la región Central (Gorin 1990; Van Broekhoven 2002). La lingüística histórica se agrega al deba­te, pero mantiene una actitud reservada, reclamando que la identidad cultural no necesariamente se restringe a un idio­ma y vice versa (véase Campbell 1998: 372). Además, aun cuando se logra re­unir a estas tres disciplinas en un análisis sobre la época prehispánica, se mantie­ne la cuestión ontológica: ¿A cuál de las disciplinas damos más peso para llegar a interpretaciones del pasado indígena?
Observaciones
La palabra Chontales demuestra ser un término indefinido y muy confuso asociado a diversas áreas geográficas y a pueblos indígenas muy diferentes en si. Primero, ¿cuál referencia sería mejor entonces?
Optar para referir al registro arqueológico del norte y este del Lago de Nicaragua como ‘Región Central’ podría ser lo me­jor por el momento. La referencia depar­tamental es otra alternativa (cf. Espinoza Pérez y Rigat 1994), aunque más restrin­gido espacialmente. Segundo, ¿cómo de­limitar a una tal Región Central? Nosotros proponemos no delimitarla muy restricti­vamente por ahora. La depresión lacustre ofrece una frontera natural, pero los datos todavía no permiten delimitarla hacia el norte, hacia el Atlántico en el noreste, e in­cluso hacia el sudeste. Tercero, en cuanto a idiomas hablados en la región Central, seguimos con solamente hipótesis prelimi­nares, pero un argumento convincente se puede hacer para Cacaopera y Matagal­pa, hablantes en la región Central hasta la llegada de los españoles y con náhuatl hablantes en la franja del Lago (Van Broe­khoven 2002:148-149). Por último, sin duda ahora la tarea más desafiante para la arqueología es explicarles a los chonta­leños que descienden de los Matagalpas.
Referencias
Brinton, D.
1895 The Matagalpan linguistic stock of Central America. In Proceedings of the American Philosophical Society 34(149): 403-415..
Campbell, L.
1998 Historical linguistics: An introduction. University of Edinburgh, Edinburgh.
Espinoza P., E. y D. Rigat
1994 Gran Nicoya y la región de Chontales. En Vinculos 18-19 (1-2): 157-172.
Fowler, W.R.
1989 The cultural evolution of ancient Nahua civilizations: The Pipil-Nicarao of Central America. University of Oklahoma Press, Norman.
Guerrero, J. y Soriano, L.
1969 Monografía de Chontales. Colección Nicaragua 11, Managua.
Gorin, F.
1989 Archéologie de Chontales, Nicaragua. 3 Vols. Manuscrito de dissertación no publicado. Universidad de Paris, Paris.