Dr. Alexander Geurds
Dra. Laura Van Broekhoven
Universidad de
Leiden, Países Bajos
Museo Nacional de
Etnología, Países Bajos
Desde los tiempos del
famoso antropólogo Franz Boas y todavía antes, los arqueólogos han debatido
sobre la identidad social en el pasado mediante el registro arqueológico. En
parte, a través del concepto de etnicidad, la arqueología ha subrayado la
identidad como una construcción social, y en los discursos actuales sobre la
teoría de la arqueología, se opone de manera crítica a la idea de que serían
calidades esenciales, innatas, que definen a las personas. Aunque este enfoque
histórico-cultural fue rechazado, primero por la Nueva Arqueología y
posteriormente a través de la creciente influencia de la teoría social (véase
Ortner 2006), una abrumadora mayoría de relatos arqueológicos implícitamente
sigue permeado por nociones esencialistas de la identidad. En este breve
artículo se ilustra este problema teórico, utilizando un estudio de caso de la
región central de Nicaragua. Por medio del concepto de ‘Chontales’,
demostraremos que el lenguaje común de la arqueología está todavía atorado en
el enfoque histórico-cultural.
La ocupación prehispánica de Nicaragua ha
sido caracterizada por medio de la descripción y clasificación de los restos
arqueológicos, dentro de un marco espacial y temporal, formando unidades que
se suelen denominar como culturas. El mapa arqueológico pinta un territorio
nacional dividido en diferentes regiones, durante múltiples períodos. A
partir de la historicamente referida llegada de hablantes de las familias de
lenguas Oto-Mangue y Uto-Aztecan (Fowler 1989), aparecen los grupos culturales
en el discurso arqueológico: ‘Chorotega’, ‘Nicarao’, ‘Chontal/Chondal’ entre
otros. Sin duda, el denominativo ‘Caribes’ es el más utilizado de todos,
sirviendo para ser aplicado a cualquier grupo indígena considerado
incontenible por los españoles (Newson 1987). Aparte de los datos históricos,
la clasificación se basa primeramente en la identificación de estilos, y de
vez en cuando en símbolos identificados por ejemplo en la cerámica. El
siguiente paso comúnmente ha sido de considerar a dichas culturas como los
productos de ciertas entidades sociales. Aquí se habla del aspecto principal de
la arqueología histórico-cultural, el paradigma principal de la arqueología
del siglo XX. Tomando el caso de los llamados Chontales, veremos que es una
perspectiva problemática
Los Chontales: Percepción popular y
científico
Una concepción subyacente de esencialismo,
influencia profundamente algunos de los discursos arqueológicos sobre la época
prehispánica en el actual territorio nicaragüense. El primer ejemplo es la
temática de la identificación de la llegada de culturas ajenas. En años
recientes, investigaciones detalladas y a largo plazo, han mostrado
convincentemente que la conexión entre cultura material y etnicidades,
presumidas en base de referencias en fuentes etnohistóricas, es por lo menos
muy complicada (McCafferty 2011; McCafferty et al. 2009).
La región Centro Norte de Nicaragua, abarca
la mayor parte de los departamentos de Chontales y Boaco, y se extiende hacia
el norte para incluir el departamento de Matagalpa (siguiendo a Kühl 2010).
Actualmente, las ideas sobre la historia indígena de esta extensa región
incluyen conceptos étnicos como ‘Los Matagalpas’ y ‘Los Chontales’. El primer
ha sido tratado críticamente en detalle anteriormente (Kühl 2000), así que
aquí nos enfocamos en el concepto étnico de Chontales. ¿Qué es lo que nos dicen
las narrativas históricas locales y cómo están relacionadas con los escritos
arqueológicos?
Actualmente, en la cultura popular existe un
entendimiento implícito de que la identidad cultural de la región chontaleña,
se considera que tiene sus raíces en los habitantes prehispánicos de esta
región Central, conocido en diferentes documentos coloniales como ‘Chontales’.
Se retrata a los Chontales prehispánicos como un pueblo indígena, que se resistió
exitosamente contra competidores indígenas, y más tarde, también a los
colonizadores españoles (Lazo Barberena 1994). Este proyecto de redefinir el
carácter de la etnicidad chontaleña se motiva en una percepción histórico-cultural
distorsionada. Dice el influyente historiador local Lazo Barberena: “Ésta [la
historia] siempre la relacionaron con el barbarismo, salvajismo e
incivilización de los Chontales” (1994: 148). En este análisis histórico, se
reconoce a los Chontales como ocupando una posición baja en la jerarquía de la
evolución social. A esta presentación como ‘montañeses’, historiadores
locales se oponen claramente, en parte por escritos, en parte por proyectos de promoción de la
cultura local (Fig.1). Una caracterización mencionada por primera vez en
fuentes coloniales como la del historiador Franciso López de Gómara (Guerrero
y Soriano 1969; Van Broekhoven 2002), ‘montañeses’ se basa en observaciones de
indígenas náhuatl hablantes, que acompañaban a los conquistadores. Se refiere
a la perspectiva náhuatl de referir a aquellos a quienes encuentran en la
región central como Chontalli, un sustantivo de la lengua náhuatl con el
significado de “extranjeros”. Así que la palabra Chontales es una corrupción
de Chontalli. Aun así, hoy en día la identidad cultural Chontales todavía sigue
siendo un concepto poco cuestionado.
En trabajos científicos, la problemática de
la palabra Chontales ya fue reconocida durante el siglo XIX, el período inicial
de la etnología. El etnólogo Daniel Brinton ya subrayó que Chontalli,
únicamente puede ser indicativo de alguien no-reconocido por náhuatl hablantes
(Brinton 1895). Décadas después, Samuel Lothrop, pionero de la arqueología en
Nicaragua, estaba de acuerdo diciendo que Chontal sin duda se refería a
diversos pueblos indígenas, cubriendo los actuales departamentos de Chontales,
Boaco, Matagalpa y Estelí entre otros (Lothrop 1926). Parece que se trata aquí
de un clásico ejemplo de la construcción del Otro. Las últimas décadas han
visto resultados de investigaciones arqueológicas e históricas que parecen
poder justificar una reevaluación del pasado prehispánico de la región Central
(Gorin 1990; Van Broekhoven 2002). La lingüística histórica se agrega al debate,
pero mantiene una actitud reservada, reclamando que la identidad cultural no
necesariamente se restringe a un idioma y vice versa (véase Campbell 1998:
372). Además, aun cuando se logra reunir a estas tres disciplinas en un análisis
sobre la época prehispánica, se mantiene la cuestión ontológica: ¿A cuál de
las disciplinas damos más peso para llegar a interpretaciones del pasado
indígena?
Observaciones
La palabra Chontales
demuestra ser un término indefinido y muy confuso asociado a diversas áreas
geográficas y a pueblos indígenas muy diferentes en si. Primero, ¿cuál
referencia sería mejor entonces?
Optar para referir al
registro arqueológico del norte y este del Lago de Nicaragua como ‘Región
Central’ podría ser lo mejor por el momento. La referencia departamental es
otra alternativa (cf. Espinoza Pérez y Rigat 1994), aunque más restringido
espacialmente. Segundo, ¿cómo delimitar a una tal Región Central? Nosotros
proponemos no delimitarla muy restrictivamente por ahora. La depresión
lacustre ofrece una frontera natural, pero los datos todavía no permiten
delimitarla hacia el norte, hacia el Atlántico en el noreste, e incluso hacia
el sudeste. Tercero, en cuanto a idiomas hablados en la región Central,
seguimos con solamente hipótesis preliminares, pero un argumento convincente
se puede hacer para Cacaopera y Matagalpa, hablantes en la región Central
hasta la llegada de los españoles y con náhuatl hablantes en la franja del Lago
(Van Broekhoven 2002:148-149). Por último, sin duda ahora la tarea más
desafiante para la arqueología es explicarles a los chontaleños que descienden
de los Matagalpas.
Referencias
Brinton, D.
1895 The Matagalpan linguistic stock of Central
America. In Proceedings of the American Philosophical Society 34(149):
403-415..
Campbell, L.
1998 Historical linguistics: An introduction.
University of Edinburgh, Edinburgh.
Espinoza P., E. y D. Rigat
1994
Gran Nicoya y la región de Chontales. En Vinculos 18-19 (1-2): 157-172.
Fowler,
W.R.
1989 The cultural evolution of ancient Nahua
civilizations: The Pipil-Nicarao of Central America. University of
Oklahoma Press, Norman.
Guerrero,
J. y Soriano, L.
1969
Monografía de Chontales. Colección Nicaragua 11, Managua.
Gorin,
F.
1989
Archéologie de Chontales, Nicaragua. 3 Vols. Manuscrito de dissertación no
publicado. Universidad de Paris, Paris.